Si hay un momento cúlmen en el la historia de cine, ese es la famosa escena de Casablanca en la que Lazlo/Paul Heinreid, un activista centroeuropeo, un extranjero por tanto, acalla los cánticos de los alemanes; animando a la orquesta a tocar La Marsellesa. En este momento el himno de la Revolución Francesa cobra su verdadera dimensión como himno de la Revolución y no como himno de Francia. Las gargantas nazis son silenciadas, bajo el gesto de afirmación de un antiguo brigadista internacional americano: Rick/Humphrey Bogart.
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